jueves, 20 de diciembre de 2007

Diario de un Inmigrante 3

Arrancar en el finde pasado es algo precipitado me parece, ya que estaría saltando muchos días, pero la verdad esa noche esta para el recuerdo. Antes que todo me gustaría hacer algunas aclaraciones para la mejor comprensión del texto.
Primero que todo, debo introducirles a nuestro chateau, situado en un edificio medio antiguo en una segunda planta donde la puerta principal sostiene un 8. Atravesándola encontramos el “piso” que consta de un baño a la derecha apenas entras, un armario a tu otra derecha el cual esta armado con palos de escobas. Haciendo unos 4 pasos encontramos la cocina que dispone de 2 hornallas eléctricas tan pegadas que no se pueden poner 2 cacerolas al mismo tiempo, sin horno y la heladera debajo de ellas. Lo que resta de este piso es el living-comedor-dormitorio-saladejuegos-television-etc. Que cuenta con una mesa con 4 sillas, 2 camas chicas y una cucheta. El cual represento un problema siendo5 los que vivimos en la casa. En la semana esto no presenta tanto problema ya que los reyes de la casa mandan a las infantas a Barcelona, pero en el finde estamos todos.
Este finde pasado por primera ves nos encontraríamos todos los ocupas en el piso, Ana, Laura, Nadia, José y su Servidor. Llegando primero yo a la casa pensando que esta seria una noche relajada siento la bocina de un autito con 2 vocecitas familiares, Ana y Nadia. Traían a cuestas un “Futon” nuevo, comprado en Barcelona para poder suplantar el lugar de la cama faltante. Este de dimensiones importantes cabía a la perfección en el lugar destinado. El tema no era ese, sino que este es un “Hágalo usted mismo” y mis dos amores decidieron tomar rienda en el asunto y dijeron vos no toques!!!! Y yo respondí con mucha elegancia “bueno pero no me pidan ayuda hasta que se rindan” y ellas… uhhh dale!!
Desarmados todos los pedazos del “Futon” comenzaron a poner caras raras, pero el orgullo no dejaba que aflojaran. Lo primero que descubrieron fue que necesitaban un destornillador y un martillo cosa que obviamente no tenían. Saliendo de un salto del dpto, consiguieron un philip y volvieron para atornillar todo a la vez. Una ves eso hecho empezaron a ver clavos de plástico, a todo esto llegan a casa la parejita de tortolos. Que también pusieron manos a la obra mientras yo miraba. Ana sin dudarlo un segundo ya que la lógica lo suponía dio vuelta el destornillador y empezó a “martillar”. Después de unos cuantos dedos hinchados, dijo! Jorge!!!!! Ayuda!!! Utilizando el comodín y en las circunstancias tan difíciles me pare y agarre una sartén. Con ojos maravillados la agarro por el mango y empezó el famoso cacerolazo!! Pang! Pung! Ahhhh (dedazo) y Pung otra vez. Pero sin eficacia era todo este ruido ya que no podía hundir el bendito clavo. Luego de cortas instrucciones las chicas se pusieron otra ves en movimiento.
Vale decir que el ruido no era menor, lo que como si tuviera el efecto de un silbato para patos, los vecinos empezaron a tocar la puerta de casa. Estos con espíritu argentino de “me las se todas”, martillaron, opinaron, y dieron instrucciones. Y no se guardaron los comentarios “Che loco, y ustedes tranquilos mientras las minas trabajan” Luego de una odisea de chistes, fotos, risas, y martillazos y dedos magullados, la cama quedo lista, luego de la foto inaugural decidimos irnos a comer para festejar la primer noche donde estábamos todos juntos.
Arribamos al mosquit, que queda a unas cuadras de casa y ordenamos como si todo fuera gratis. Para hacer la historia corta, y que seguro se imaginan paso a la parte de la cuenta. Cuando llega ese papelito las caras se desfiguraron. A vaciar los bolsillos! Juntando el dinero de los 5, todavía estamos cortos para no tener que lavar los platos, así que Ana en un acto de heroísmo ofreció su tarjeta de crédito dándonos a todos un respiro. Pero las desventuras no son tan fáciles. Nos comunicaron que justo hoy, no les andaba la maquina para la tarjeta, que cualquier cosa había un cajero aca a unos 8km. Sin muchas opciones tuve que pararme de la mesa y sin contar con mis roommates corrí y corrí al piso… Volviendo a los 10 minutos con mas dinero pudimos retirarnos para no volver nunca mas al mosquit.
Se me esta haciendo larga la desventura, pero tengo que contar la parte de mi hijo, si esta tarde cuando salí de trabajar pase por el supermercat y compre una botellita de bacardi de 3L. que deposite en la mesa comedor. Luego de una larga sesión de fotos le prometí que esa noche me iba a emborrachar de ella. Llegamos y ya era tarde así que apuramos las cosas con chupitos que nos habíamos robado de la noche anterior. Como si fuera obra de magia, en unos minutos Josele y yo estábamos “Ciegos” (termino local) y partimos para el “Nemo” (no pregunten).
Bueno me canse, o lo que sigue esta medio subido de nivel asique para verlo tiene que ser mayores de edad, hagan click en el . y se iniciara el video.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Onda me re comi lo del "video" y las "fotos" jejeje

tuti lores dijo...

Tu blog es como lo mejor que me pasó en la vida. Me voy a arrepentir toda la vida de no estar ahí a tu lado. Te amo Jito, un beso.